El tsundoku: el saber no ocupa lugar (o sí…)

Seguro que muchas y muchos habéis oído hablar del tsundoku, un vocablo japonés que hace referencia a la acumulación de libros por doquier cuya lectura vamos demorando sin horizonte claro.

Ha llegado el momento de organizar el conocimiento en casa: primero, haciendo espacio; y segundo, planeando nuestras nuevas lecturas tras estos días de confinamiento.

¡HAZ SITIO!

Ordena tus estanterías de la manera que sea más lógica para ti: por el nombre de la autora o el autor, editorial, fecha de adquisición, temática (literatura en lengua propia o extranjera, obras de referencia, literatura infantil, juvenil…).

EXTRA: No olvides los libros repartidos por mesitas de noche, baldas, mesas y hasta los que usas para calzar los muebles que cojean, que nos conocemos.

Identifica aquellos libros que siguen huérfanos de lectora o lector y apártalos en una pila u ordénalos aparte en una estantería exclusiva para tus lecturas pendientes.

Identifica aquellos libros que ya no desees albergar en tu estantería, y apártalos. Piensa en qué harás con ellos cuando sea posible: algunos podrás regalarlos a tus amistades y familiares, otros pueden ir directos a una caja de donaciones con destino a tu biblioteca municipal o escolar más cercana, o venderlos a peso en las librerías de segunda mano.

Planifica una lectura acorde a tu ritmo y necesidades de aquellos libros que todavía están pendientes de leer durante las próximas semanas.

Resérvate un horario y una fecha límite para cada título (o no, según apetencias) y prioriza cada uno según tus necesidades.

PLANEA TUS NUEVAS LECTURAS Y APOYA A TU LIBRERÍA LOCAL

Una vez superemos el confinamiento, habrá llegado el momento de volver a llenar esos huecos que habrás dejado en las estanterías tras poner el conocimiento en su sitio. No hay libros sin lectores, ni por supuesto libros sin librerías, y vuestro apoyo será más necesario que nunca.

Os animamos a que las llenéis cuando todo esto pase, y pongáis vuestro granito de arena para mantenerlas vivas y abiertas: el valor de la cultura es incalculable y cada vez que compras un libro estás invirtiendo en la creación y la difusión del conocimiento colectivo.